Sesión de instrucción, tráfico 4NM en final autorizado a aterrizar:
- TFC: TWR, ¿nos confirma estamos autorizados a aterrizar?
- Alumno: Fulanito1234, "le confirmo" autorizado a aterrizar pista XY, viento tal pascual.
El instruyendo, controlador alumno en proceso de obtener su primera habilitación local y la licencia definitiva, valora negativamente la situación, se vuelve hacia mí cuestionando la profesionalidad de un piloto que no recuerda si ha sido autorizado a aterrizar o no. Le parece tremendo.
Durante unos segundos busco una imagen que no pueda borrar de su mente:
- Imagina que tienes dos amantes promiscuas. Una de ellas te pregunta, ocasionalmente, si te has puesto el condón. La otra nunca.
¿Cuántos aterrizajes dudosos se producen cada día? Una tripulación que solicita una confirmación de este tipo me inspira confianza, porque no siente pudor a la hora de resolver una situación dudosa. Tanta confianza como asco me produce la expresión "le confirmo" entonada con retintín: consume tiempo, no aporta nada positivo, y lo peor, delata un concepto de las cosas inadecuado para la materia que se lleva entre manos.
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