Tan sólo 5 días ya para la cita, para la última prueba.
En todas las demás etapas el esfuerzo personal estaba directamente implicado en los resultados. Sin duda, muchos buenos candidatos habrán quedado en el camino, porque la suerte también influye.
Ahora, ya no hay nada que preparar. Nos enfrentamos al examen médico, a nuestro propio ser, a nuestra salud, a nuestra aptitud. Parte innata, parte adquirida, ahora sólo depende de lo que no podemos controlar.
El horizonte parece despejado. Las estadísticas de no aptos en convocatorias anteriores es baja, por lo que deberíamos experimentar más ilusión que temor. También es cierto que los criterios de Examen Médico Clase III de la OACI han cambiado significativamente desde 2007, siendo ahora más restrictivos. Esperemos que no haya novedad.
Por otra parte, las cosas siguen avanzando positivamente. La dueña del piso que deseamos alquilar ha vuelto de vacaciones y me ha llamado. Este domingo nos vemos y cerramos el tema, cuanto más atado mejor.
Esperar. Paciencia, y esperar. Tan sólo esperar, con tranquilidad y serenidad.
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