miércoles, marzo 10, 2010

Cuando la verdad aflora

En Navidades tanto AENA como Fomento acusaron a los controladores de la torre de Barajas de hacer huelgas de celo. Acusó además a varios controladores de no presentarse a trabajar sin previo aviso aludiendo dudosos motivos médicos, y provocando el cierre de una pista con las consiguientes demoras.

Los medios se prodigaron en difundir esta idea.

Por otro lado, los controladores argumentaron que las faltas de personal se debían a una mala programación de la empresa.

La opinión pública se formó "su propia opinión", polarizada por la información disponible: Una abrumadora mayoría de artículos de prensa acusando a los controladores de ser irresponsables, siendo el diario El Mundo el más indecente y repugnante al publicar un artículo aludiendo a la resaca de cinco controladores como motivo de su ausencia.


Esta sentencia resuelve poco o nada respecto al daño causado a la imagen profesional del colectivo de controladores, pues el daño sobre la opinión pública generado por un titular de ese calibre ("La resaca de 5 controladores deja a Barajas sin la mitad de sus pistas") es irreparable a estas alturas.
Echo de menos que una sentencia en este sentido, en la que queda demostrada la Mala Fe del Diario, no vaya acompañada de una multa ejemplarizante que cause un daño económico al editor del mismo calibre al menos del que se ha causado a la otra parte: No sólo hay que castigar, sino desincentivar a los que tengan previsto delinquir a sabiendas como lo ha hecho El Mundo.

No obstante, esta sentencia tiene en mi opinión una parte más valiosa de cara a todo lo que acontece: Establece que la falta de controladores no fue responsabilidad de éstos, sino de una mala programación de AENA que decidió no cubrir los puestos de trabajo necesarios a sabiendas de que había personal con permisos concedidos en regla.


La sentencia señala que el 1 de enero de 2010 "no faltó ningún controlador a trabajar de forma repentina o inesperada, y ni mucho menos a causa de 'resaca', sin ninguna base documental ni prueba que los justifique".
En este sentido, el Juzgado número 21 de Madrid indica que AENA es la entidad "competente para la organización de turnos y servicios de los controladores" y el primer día de 2010 mantuvo "la programación prevista y sin variación alguna, pese a conocer que dispondría de 19 controladores de los 21 de la dotación total".
Además, recalca que se "habían concedido bajas, permisos y licencia de maternidad", por lo que la "falta de funcionamiento de dos pistas no es atribuible a los trabajadores, sino a AENA, entidad que ostenta la potestad de organización del aeropuerto de Barajas".

Poco a poco parece más evidente que los retrasos causados por falta de personal de control han sido motivados por una mala programación por parte de la empresa, dirigida por Fomento de forma muy calculada (recuérdese el documento de 52 páginas filtrado a USCA [1], [2]), como detonador de las noticias necesarias para que la opinión pública aplaudiese un Real Decreto injustificable (léase este artículo redactado por Luis Ortega Álvarez, Catedrático de Derecho Administrativo) que con la excusa de poner en vereda a los controladores aéreos permita realmente privatizar por la vía exprés una empresa mal gestionada que no contenta con agonizar por su deuda, sigue licitando grandes inversiones como la de la amplicación del aeropuerto de Vigo-Peinador (60.000.000€) o la de Valencia-Manises (80.000.000€).

Lo gracioso del tema es que si bien todos los diputados votaron a favor del RD 1/2010, ahora el PP se desmarca y ya no comulga con la privatización. La cosa se le va a poner muy divertida para a quien ha urdido esta chapuza.

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