miércoles, septiembre 17, 2008

La madre del cordero de los avales en un alquiler

Mientras esperamos el resultado definitivo del reconocimiento médico del CIMA, vamos adelantando trabajo en otras necesidades.

La principal es el alquiler de una vivienda. En ello estamos, y durante la última reunión que mantuvimos con nuestra futura casera, nos pidió un aval. En aquel momento, ni ella ni nosotros teníamos claro qué significa esto, más allá de la noción de garantía de pago para el dueño de la vivienda. Nuestra ignorancia nos hizo comprometernos sin pestañear a ofrecer un aval por la cuantía del alquiler de un año, y con periodo de validez de un año igualmente: Una barbaridad.

¿Qué es un aval? Un aval es que alguien responda por tí, si tu no puedes hacer frente a un compromiso. Un aval bancario significa por lo tanto que tu banco se hará cargo de los pagos a los que te comprometes si tu no puedes hacer frente a ellos.

¿Cuál es la cuantía justa de un aval?
Pues aquella que permita al dueño del piso cobrar el alquiler mientras tú no lo pagas. Y como no te va a dejar que no lo pagues de por vida, deberá asegurarse de cobrar mientras logra tirarte del piso (entre 4 y 6 meses).
En nuestro caso, un alquiler de 1k€/mes implica incurrir en un impago de entre 4k€ y 6k€ durante el proceso de denuncia y desalojo.

¿Cuál es el periodo lógico de un aval?
Pues el que cubra la duración del contrato. En nuestro caso deseamos alquilar la vivienda por 20 meses, por lo que haremos que el aval tenga un año de validez y lo renovaremos posteriormente por los 8 meses restantes.

De alguna forma, un aval es un seguro por una cantidad de dinero y por una cantidad de tiempo.

¿Cuánto cuesta un aval?
Hay dos modalidades de garantizar el pago por parte del banco:
  • Bloqueándote una cantidad idéntica al aval. Es decir, quiero que me avalen 3000€ durante 6 meses, pues el banco me bloquea esa cantidad de dinero por esa cantidad de tiempo. Aquí, como el banco se juega poco (si no pagas tú, pagará él con tu dinero), el coste del aval es menor. Lo malo de esto es que necesitas tener el doble de dinero para afrontar el pago: 3000 para pagar, y otros 3000 para que se los reserve el banco por si acaso.

  • No reteniéndote nada. En ese caso, si dejas de pagar, será el banco el que pague por tí pero no con tu dinero. Aquí se la juega un poco más, y te cobrará más por emitir el aval.
Ejemplo: Se solicita un aval de 6000€ durante un año.
  • Comisión de apertura 0,5% del importe: 6000 x 0,5% = 30€
  • Comisión de estudio: 30€
  • Comisión de riesgo sin retener fondos: 2% del importe = 120€
  • o bien Comisión de riesgo reteniendo fondos: 4% del importe = 240€.
En resumen:
  • Reteniendo fondos: 30 + 30 + 120 = 180€
  • Sin retener fondos: 30 + 30 + 240 = 300€
Bye.

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