sábado, junio 12, 2010

Reflexiones sobre la formación High Cost

El día 2 de junio de 2010 la prensa daba cuenta de un cambio profundo en la formación de los controladores aéreos en España: Dejaba de ser "gratis".

Antes de continuar debo hacer una pequeña puntualización sobre el discutible concepto de gratuidad al que se hace referencia en estas noticias. 

Sobre la gratuidad del curso derogado
Lo que la prensa considera gratis son los costes que implican 22 meses de formación en Madrid: 17.000€ directos de alojamiento y transporte yendo y viniendo a casa con cierta regularidad, a los que podemos sumar sin rubor otros 33.000€ a 55.000€ en concepto coste-oportunidad, el sueldo neto dejado de percibir tras abandonar el puesto de trabajo ejercido hasta el comienzo del curso.
Hay que tener en cuenta que el perfil medio del alumno seleccionado por AENA para formarse en SENASA es un ingeniero o titulado superior, con 30 años de edad y cinco de experiencia laboral desempeñando diferentes niveles de responsabilidad. 

Descontando la beca de AENA, 450€ x 20 meses = 9000€ (en agosto no se cobra), el coste de la apuesta asciende a un valor comprendido entre los 50.000€ y los 72.000€. 
Gratis total.

Nuevos cursos High Cost
Con el anuncio por parte de SENASA de los nuevos cursos de 22 semanas en control de aeródromo visual e instrumental por los que cobrará 45.000€, me planteo varias preguntas.

Primera pregunta: ¿Por qué se reduce la duración del curso?
Una buena razón para preocuparse es comparar la duración de la formación: De los 22 meses que constaba hasta ahora la formación ab-initio de control aéreo para obtener las anotaciones de aeródromo visual e instrumental, ruta y aproximación radar y de procedimientos, 8 meses (32 semanas) correspondían a la formación en asignaturas no-ATS y a la formación de aeródromo.
Sin embargo, ahora se pretende dar la misma materia en 22 semanas.

En otras palabras, lo que antes se impartía en 160 días lectivos, ahora merece 50 días menos.  ¿Cómo caben 32 en 22? Si ahora los alumnos van a costearse el curso de su propio bolsillo ¿qué necesidad hay de recortarlo? ¿Tan mal estaba diseñado el curso vigente hasta ahora? ¿O acaso hay una necesidad acuciante de personal desatendida tras 4 años sin el anuncio de nuevas convocatorias, y se sacrifica el contenido y calidad de la formación en favor de los plazos?

Por otra parte, una razón para estar tranquilos sería considerar que una escuela cuyos alumnos asumen el coste íntegro de su formación no tiene por qué tener miramientos hacia los alumnos no competentes: Se les expulsa y punto. No se pierde nada... a menos que se liberalice la formación y existan otras escuelas que compitan entre sí, y ese fracaso del alumno signifique mala prensa, y por lo tanto menos clientes.
Y esta es precisamente la situación que se ha incentivado con el  RD 1/2010 de 5 de febrero y la posterior  Ley 9/2010 de 15 de Abril.

Y de aquí se hila la segunda pregunta: ¿Qué supone cobrar por la formación?
Con tan sólo que el cambio anunciado se limitase a que el alumno pasara de "no abonar un euro específicamente por la formación", a "devolver el coste del curso durante 8 años", se estaría creando ya a día de hoy un importante filtro a las candidaturas.

En efecto, costearse un master en dirección de empresas permite abrir múltiples horizontes en un amplio abanico de empresas en diversos sectores. Sin embargo, pagarse un curso de control aéreo no sirve para nada en esta vida, excepto para ser controlador aéreo, y los empleadores existentes son escasísimos: un único proveedor de servicios de navegación aérea por país en la mayor parte de la Unión Europea.

Así, acceder a una profesión cuyo ejercicio implica necesariamente cambiar de ciudad de residencia, costeando una vivienda en destino y viajes al lugar de origen puede ser inasumible para los candidatos que rondando la treintena tengan cargas tales como hipoteca o hijos. Esto es más cierto cuando a día de hoy existe un desconocimiento absoluto acerca de cuál será el sueldo una vez contratados, al que se deberá deducir durante 8 años la cantidad de 50.000€ / 8 años / 12 meses = 520€ mensuales. 

Independientemente de que se esté perjudicando la igualdad de oportunidades en el acceso al empleo en una empresa pública, existe una evidente consecuencia perniciosa para el empleador: Buena parte de los 150 alumnos de entre 5.000 a 7.000 candidatos que AENA seleccionaba en cada convocatoria como los más idóneos para la profesión, serán sencillamente inaccesibles para la empresa, pues éstos no se plantearán someter su candidatura a concurso.

Este panorama que ya de por sí no posiciona favorablemente a la empresa en su capacidad de seleccionar al personal más adecuado a las funciones de control aéreo empeorará en segunda instancia, como mostramos a continuación.

Cuando no sólo AENA forme a sus controladores, sino que la liberalización aprobada en la Ley 9/2010  sea efectiva y existan múltiples centros de formación, (La Universidad Camilo José Cela de Madrid empezará a impartir cursos en el último trimestre de 2010), se producirá una explosión de promociones privadas y se formarán cientos de controladores.
A partir de ese momento, habrán muchos más poseedores de licencia de controlador que puestos de trabajo vacantes, por lo que no existirá garantía alguna de obtener un puesto de trabajo al término de la formación. La consecuencia inmediata será que sólo aquellos que no tengan la necesidad de recuperar la inversión en formación asumirán el riesgo de pasar por ella.

Este severo filtro social significará la decadencia irrecuperable del sistema, pues los empleadores sólo podrán optar a contratar personas que no accedieron a la formación por obtener las más altas cualificaciones en un duro proceso de selección, sino por disponer ellos o más probablemente sus familias de la capacidad financiera suficiente para afrontar el coste, y a su vez éstos serán los que luego transmitan su saber hacer y conocimientos formando y habilitando a las nuevas generaciones en el imparable proceso de la renovación que la vida imprime.

¿Y hasta cuándo?
Hasta siempre. 
Porque todo esto no es una fantasía. Esta es la crónica de lo que ya ha ocurrido con la profesión de piloto. El coste de una Licencia de Piloto de Transporte de Línea Aérea (PTLA) bien puede rondar hoy en día los 120.000€. Y sin embargo, pese a las cifras de paro actuales en el sector, y que el que quiere empezar a volar  lo hace yéndose a Asia a seguir pagando por hacer horas en compañía, las escuelas siguen formando alumnos que no recuperarán jamás la inversión realizada, por ellos o por terceros por ellos.

Pero mientras existan vocaciones,
alguien pagará un PTLA.

Y mientras la prensa sostenga que los controladores ganan 900 k€ / año,
habrá quien invierta a fondo perdido en pagarse un curso privado.

Y cuantos más pilotos hay en paro y más deuda arrastran,
peores son sus condiciones de trabajo.

Y cuantos más controladores parados se generen y más deuda arrastren,
peores serán las condiciones de trabajo que se les ofrezca. 

Es ésta, la fabricación en serie de personal cualificado por encima de las necesidades de contratación, y no otra, LA AMENAZA que aparece en el DAFO de las futuras condiciones laborales de los controladores europeos.

3 comentarios:

Tovkal dijo...

A mi, por lo menos, me han jodido totalmente mis planes...

Anónimo dijo...

Amén. Lo que la profesión debe considerar es que este modelo se va a extender a toda Europa si alguien no lo remedia, con lo que tal vez sería momento de pensar en unir voluntades a nivel europeo en favor de la profesión...

Carlos dijo...

Siento que esto que os está pasando sea un Déjà vu. Sólo que ahora no son pilotos, sino controladores los afectados. A la igualdad social pasando primero por la mediocridad y luego por lo más cutre. No hay marcha atrás... :(