miércoles, enero 13, 2010

Manipulación periodística entorno al AFIS

Ya tuvimos ocasión de comentar en este blog un artículo de Marisa Recuero, periodista de El Mundo. Destacábamos entonces el desacierto tanto en las informaciones que publicaba, como en sus planteamientos y las bases sobre las que redactaba un artículo cuyo título lo decía todo sobre su intención y estilo: "Controladores sin control".

Como mostraremos a continuación, esta periodista y por lo tanto su diario, siguen cultivando la manipulación. He aquí un extracto de su artículo aparecido ayer en prensa:

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El ministro de Fomento, José Blanco, ha anunciado que quiere suprimir los controladores de al menos 12 aeropuertos españoles que tienen menos de 50 operaciones al día. Pero eso no quiere decir que los aeródromos quedaran sin control. En su lugar, se implantará el sistema automatizado de control aéreo AFIS, que se aplica en las instalaciones aéreas con poco tráfico en países como Estados Unidos. Este sistema permite que los aviones despeguen o aterricen sin ayuda directa de un controlador, aunque la aeronave ha debido de recibir previamente las informaciones básicas sobre el estado de la pista.
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¿Cómo se puede mentir impunemente con tanto descaro?

Para empezar, AFIS es el acrónimo de Aerodrome Flight Information Service, no es ningún sistema, no es un aparatito con enchufe y botón de encendido, y mucho menos es algo automatizado. Por definición, AFIS NO es un servicio de control de tránsito aéreo, sino un servicio de información de vuelo (véase reglamento de la circulación aérea - RCA - Real Decreto 57/2002 de 18 de enero, apartado 4.7.1.5), y la diferencia entre ambos no es cuestión de matices.

La diferencia entre servicio de información y servicio de control es muy significativa. Lo explicaremos de forma tremendamente sencilla:

Cuando voy conduciendo por la ciudad, mi objetivo es llegar a destino sin colisionar con otro coche. Para ello, tengo diferentes tipos de servicio de tráfico:
  • Que un guardia de tráfico expida autorizaciones para hacerme parar o continuar mi marcha (servicio de control).
    En aviación, una colisión en esta situación sería responsabilidad del guardia (controlador).
  • Que no haya guardia. (ausencia de control),
    en cuyo caso una colisión sería responsabilidad del conductor (piloto).
La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) clasifica el espacio aéreo en espacio controlado y no controlado (para saber más leer este artículo), por lo que existen aeródromos controlados y otros no controlados, igual que existen cruces de calles con guardia, y cruces sin guardia.
Hoy por hoy no existe un sistema de control de tránsito aéreo equiparable a los semáforos de las calles, que son parte de un sistema semiautomático (no olvidemos que existen las salas de control de tráfico en los ayuntamientos para gestionar los flujos de tránsito). Así,
  • En un aeródromo controlado, los aviones los separa el controlador (guardia), mientras que

  • En un aeródromo *NO* controlado, los aviones no se chocan si los pilotos consiguen verse unos a otros (muy complicado desde el aire). De hecho, esta dificultad es la que justifica la existencia de la figura del controlador.
Un ejemplo de aeródromo no controlado es el existente en Castellón (LECN - Castellón de la Plana). Cuando un avión se encuentra en las inmediaciones, transmite a ciegas en una frecuencia publicada para saber si hay más aeronaves en los alrededores. Si recibe respuesta, se coordina con los demás tráficos para turnarse en el uso de la pista. Si no hay respuesta, asume que no hay nadie más y dispone de la pista, con precaución.
Para la aviación ligera y bajo nivel de tráfico, la ausencia de control puede ser asumible.

Cuando el número de operaciones en un aeródromo crece, pero no lo suficiente para justificar la existencia de un servicio de control, OACI prevé el servicio de información de vuelo de aeródromo (Aerodrome Flight Information Service - AFIS). A este servicio le da vida una persona llamada "informador AFIS". Este informador proporciona datos de aeródromo a los tráficos que desean operar en él, y coordina la información sobre la existencia y posición de dichas aeronaves alrededor del campo. Pero NO autoriza maniobras.

Por ejemplo, cuando un avión se dispone a aterrizar:
  • En un aeródromo controlado, el controlador autoriza o no el aterrizaje de una aeronave, en función de su conocimiento del tráfico circundante: Es responsable de la separación de los aviones. El piloto, al cumplir las instrucciones expedidas por el controlador estará separado de las demás aeronaves.

  • En un aeródromo no controlado en el que exista un informador AFIS, éste sólo puede informar al piloto del tráfico circundante, pero será el piloto el que maniobrará y aterrizará a su discreción cuidando su propia separación con los demás tráficos.
De hecho, los pilotos están acostumbrados a volar a aeródromos controlados, por lo que al aproximarse a un aeródromo AFIS (no controlado) podrían asumir por costumbre que la separación con otros tráficos la provee aquel con quien hablan por radio y que se sienta en la torre (que ya no es de control).
Como existe este riesgo, consistente en que el piloto no sea consciente de que está dialogando con un servicio de información en vez de un servicio de control asumiendo erróneamente que se le está proporcionando separación con el tráfico circundante, el Reglamento de la Circulación Aérea especifica la freaseología a utilizar para sacar a la tripulación de su error (RCA 4.7.1.5.1.3):

NO SE PROPORCIONA, REPITO, NO SE PROPORCONA SERVICIO DE CONTROL DE AERÓFROMO /
AERODROME CONTROL SERVICE IS NOT PROVIDED, I SAY AGAIN, IS NOT PROVIDED".

Como se ve, lo expuesto en el artículo de El Mundo es falso:
  • Un aeródromo AFIS es un aeródromo NO controlado,
  • AFIS NO es un sistema de control automático, sino un servicio de información proporcionado por una persona.
Es deplorable constatar cómo los medios de comunicación publican información que a lo mejor no comprenden, ciertamente no contrastan, o que incluso manipulan calculadamente para dictarnos lo que debemos pensar.

Si advierto esto al leer sobre temas que conozco, ¿qué crédito debo otorgar a las informaciones que versan sobre temas que no forman parte de mi profesión?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me he permitido el lujo de linquear tu artículo en LE.
Un saludo.

MacFly dijo...

Celebro que alguién por fin ponga el grito en "el cielo" por lo que respecta a este tipo de situaciones.

Os diré que trabajo en un medio de comunicación, pero como tecnico (no soy plumilla).

Como aficionado a la aeronautica os aseguro que me tienen negro este tipo de cosas, aunque os adelanto que al menos donde estoy no es por ganas de manipular, si no por absoluta ignorancia. En otros medios, ya no te sabria decir si igual hay algo mas, que aunque no creo que hayan demasiados casos, supongo que alguno que otro habrá.

A modo de ejemplo os pondré como en el accidente de Barajas me las tuve con más de un redactor que iva soltando que el defecto era debido a un mal despliegue los "alerones".

Veamos a ver, los alerones se contraen, los flaps son los que se despliegan, y son los FLAPS, que no los alerones los que no se han desplegado.

De nada servia explicarles que decir eso, era como el simil de decir que a un coche le fallaron los frenos cuando en verdad se le rompió la dirección.

De nada sirvió explicar que los alerones sirven para controlar el alabeo o corregir el rumbo y los flaps sirven para aumentar la sustentación en las alas. Ni caso.

Argumento que me dieron para decir eso? "la gente no sabe que es un flap y lo entenderia". Dios... costó dos dias hacerles entrar en razón, y aún así, a regañadientes.

Creo que deberiaís perdonarles, si su ignorancia no les deja ver más allá. No en vano Josep Pla ya dijo en su dia que los periodistas son seres de una ignorancia enciclopedica, o que saben nada de casi todo.

El caso es que se les ha de informar para que informen, no son más que un altavoz pasivo, que dice lo que anteriormente les han vendido a ellos.

Si ahora con lo del AFIS, resulta que un ministro les ha metido esa idea en la cabeza es dificil que no puedan pensar otra cosa.

Lo mejor es que alguien se ponga en contacto con ellos y les explique lo que realmente es un AFIS, si no, al respecto seguiran contando la misma tonteria una y otra vez.

Anónimo dijo...

Hola MacFly, muchas gracias por enriquecer este blog con tu comentario. Que la gente lo lea es un honor para mí.

Celebro que lucharas en tu medio de comunicación por aportar objetividad al tratamiento del desgraciado accidente del Spanair.
Lograste hasta donde pudiste que primara el objetivo de aportar información al público, por delante del ansia de publicar algo sobre el accidente de forma rápida y mediocre.

Comparto contigo que los periodistas a los que hago referencia en el blog son gente desinformada. No quiero ni puedo generalizar esta apreciación al resto de los profesionales de la comunicación, pero considero que es inadmisible en los casos que denuncio.

Un médico de cabecera no es un experto en cardiología, pero no por ello se le puede excusar si se le muere un paciente por no haberlo sabido enviar a tiempo al especialista.

En mi opinión, en un país democrático donde existe libertad de prensa, los medios de comunicación deben hacer cualquier cosa menos redactar al dictado del gobierno. Su obligación profesional es publicar información veraz que obtendrán tras investigar. Es como el juramento de Hipócrates de los médicos, para cerrar el simil que hacía líneas más arriba.

Cuando en España había una dictadura, todos eran conscientes de que los medios redactaban al dictado del régimen. Algunos maniobraban tangencialmente so pena de ser secuestradas las ediciones. Pero la situación era clara para todos.

Que en democracia los medios engañen ya sea por formar parte de un lobby o por publicar cuando oyen campanas sin verificar la veracidad de la información, y además lo hagan amparados por una envoltura jurídica de un país democrático es una perversión obscena.

No podemos perdonar a los profesionales de la información que trabajan chapucera o corruptamente. Debemos exigirles que su trabajo sea de calidad, y que tengan amor propio por su honorabilidad profesional, como por otra parte ellos reclaman a todos los sectores profesionales sobre los que escriben.